Lo que sí es cierto es que son constantes las noticias de “hackeos” a servidores de correo; el último y más notorio caso es el de Yahoo. Dos datos curiosos: el primero, es que ha sido la propia compañía la que ha cedido el uso de sus instalaciones y ha permitido la ejecución de un programa de espionaje en sus servidores. El segundo dato curioso es que, en esta ocasión, nos hemos enterado porque algunos empleados de la compañía han renunciado a seguir trabajando en Yahoo ante tal ataque a la privacidad de sus usuarios y usuarias.
Sabemos que, desde la aprobación de la ley llamada “Patriot Act” en Estados Unidos, las compañías de telecomunicaciones están obligadas por ley a permitir este tipo de intrusiones en sus sistemas. Además, están obligadas a no publicar estas peticiones de información. En ese sentido, resultan extrañas las declaraciones de inocencia por parte de la junta directiva de Yahoo. Y, desde luego, hace que surjan más preguntas:
¿Habrá cedido también nuestros datos Gmail?
No, no, no, no, no, no.
¿Habrá cedido también nuestros datos Outlook.com?
No, no, no, no, no, no.
¿Habrá cedido también nuestros datos Apple Mail?
No, no, no, no, no, no.
Después de tantas declaraciones altisonantes, ¿nos habrán traicionado todas estas multinacionales?
No, no, no, no, no, no. Bueno, sí.
Y es que, a estas alturas, parece mentira que aún no hayamos aprendido la lección. Cifrar los correos puede resultar demasiado complejo para mucha gente (aunque luego esa misma gente sea capaz de seguir tutoriales para hacer las locuras más grandes).
Lo que sí podemos hacer, sin mucho esfuerzo y sin conocimientos técnicos, es cambiarnos a un proveedor de correo que nos de ciertas garantías de que va a defender el derecho a la intimidad y la privacidad en nuestras comunicaciones.
En este programa os ofrecemos información para ayudaros en esta tarea. Y ya sabéis por qué…
¡¡ Porque sin privacidad, no hay libertad!!
En el “correoso” programa de este mes: